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La Policía admitió «un error» y desmintió la muerte del efectivo envenenado

Gabriel Páez Albornoz sigue internado en terapia intensiva del hospital Lucio Molas, en grave estado, tras intoxicarse con un insecticida que su pareja había mezclado en un licuado.

La Policía de La Pampa admitió una «información errónea» y desmintió el fallecimiento de Gabriel Páez Albornoz, el policía que fue envenado por su pareja. El efectivo sigue internado en grave estado: está en coma y asistido con un respirador.

Tanto fuentes policiales como judiciales habían confirmado este mediodía la noticia. Hace minutos, el Departamento de Relaciones Públicas de la Policía de La Pampa comunicó que «se informó erróneamente a esta institución sobre el fallecimiento del sargento Gabriel Páez Albornoz».

«Chequeado a través del Servicio de Sanidad Policial, directamente con Terapia Intensiva del Hospital Lucio Molas, se confirma la información errónea, encontrándose el efectivo policial vivo y en las mismas condiciones médicas que el día de ayer. Se tratan de establecer las causas del error», indicaron desde la Policía en un comunicado.

El hecho.

Páez Albornoz, de 37 años, se había descompensado mientras estaba trabajando tras consumir un licuado de banana que había llevado desde su casa.

La bebida, según le dijo el policía a sus compañeros, tenía «gusto feo» y la arrojó al piso. Un perro chupó el líquido y a los pocos minutos murió. El agente comenzó a sentirse mal rápidamente y fue llevado al hospital Segundo Taladriz de Toay, pero fue derivado al Molas por su complejo cuadro de salud.

Tras las dudas iniciales sobre lo ocurrido, el jueves los peritos judiciales confirmaron que había consumido un tóxico llamado metomil, que se utiliza como insecticida. Su pareja, Yanina Coronel (31 años), con quien tiene un hijo, reconoció que fue ella la que le había preparado la bebida.

En una inspección en la vivienda que ambos compartían en Toay, se comprobó que en una batidora había restos abundantes de ese tóxico y además se halló un sobre usado de esa sustancia tirado en un patio vecino. Con esos datos, el fiscal Oscar Cazenave dispuso la detención de la mujer durante la tarde del viernes.

Coronel fue formalmente acusada de tentativa de homicidio agravado por el vínculo y por usar veneno. La jueza Florencia Maza dispuso una prisión domiciliaria por la menos 30 días.

Por testimonios de personas allegadas a la pareja, hay indicios de que Coronel era víctima de violencia de género: había intentado terminar la relación hace algunos meses y tenía la intención de denunciar a Páez, pero -siempre según esas mismas fuentes- «nadie le daba bola».

Por estos trascendido, la Justicia pidió informes a la Unidad Funcional de Género de la Unidad Regional I y también al área que se ocupa de la temática en la Municipalidad de Toay. En principio, el fiscal Cazenave le había dicho a El Diario que no había denuncias formales presentadas por la acusada.

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