Murió el padre de las mujeres a las que San Luis les negó 10 veces la entrada
Martín Garay, un puntano que padecía un cáncer terminar, murió este lunes sin que sus hijas pudieran despedirse: a las mujeres les habían negado 10 veces la entrada a la provincia, pese a que contaban con el permiso para viajar.
La confirmación de la noticia la dio la abogada de la familia, Emma Matorras, quien contó que cuando se enteraron estaban viajando a San Luis. Antes habían agotado todas las instancias para poder ingresar: “Les faltaban dos días para llegar. Victoria y Antonela están desbordadas. Llevan más de 10 días sin poder descansar. Están muy afectadas, espero que terminen de recuperarse para poder contactarme con ellas para ver cómo seguimos», sostuvo por radio Rivadavia.
La letrada dijo que las hermanas recibieron la noticia del fallecimiento de su padre a la altura de la localidad santacruceña de San Julián y Victoria tuvo que ser atendida por una ambulancia debido a que «se descompensó».
Las mujeres, residentes en Tierra del Fuego, habían sido autorizadas horas antes por el Comité de Crisis de la provincia de San Luis para entrar a la localidad puntana de Quines y ver a su padre por última vez. Lograron finalmente el permiso que había sido rechazado ya diez veces, pero no lograron llegar a tiempo para verlo.
«A raíz del agravamiento de la enfermedad de mi papá gestioné la solicitud para salir de Tierra del Fuego y el gobernador Gustavo Melella nos otorgó el permiso 24 horas después. Pero la odisea comenzó cuando intenté hacer lo mismo para ingresar a San Luis», relató Victoria Garay, quien junto a su hermana Antonela y su sobrino recorrieron los 3.500 kilómetros que separan Tierra del Fuego de San Luis.
Tanto ellas como el nieto de Garay, Eloy Turri, de cinco años, fueron obligados a someterse a los protocolos que impone San Luis: PCR negativo para los tres y permanecer siete días en aislamiento preventivo en las residencias dispuestas en la Universidad de La Punta. Pero lo que reclamaban era poder hacer la cuarentena en la casa de Martín Garay. “El objetivo y el compromiso era hacer la cuarentena en el domicilio del papá, lo que se solicitó en la medida cautelar”.
Martín Garay, de 61 años, estaba internado en el Centro Oncológico Integral a raíz de un cáncer de pulmón con metástasis ósea que le diagnosticaron en abril pasado. Sin embargo, la enfermedad avanzó tan rápido que el 10 de agosto los oncólogos que lo tratan le informaron que ya no había más nada por hacer y ahora se encuentra con cuidados paliativos en su domicilio de Quines, un pueblo situado al norte de San Luis.
Identificadas con el caso del papá de Solange -el hombre no pudo despedirse de su hija que vivía en Córdoba y murió de cáncer-, las jóvenes, se dijeron a sí mismas: “No nos puede pasar lo mismo”. Por ello salieron a la ruta rumbo a San Luis para intentar llegar a tiempo. “Sentimos impotencia, esto se podría haber resuelto mucho antes”, lamentó la abogada de las chicas. “Estábamos convencidos que la medida cautelar iba a prosperar”, agregó.
